La población de Huesca (1991)

En 1991 España era una nueva democracia que ya había dejado atrás el franquismo y la transición. Ya integrada en Europa, vivía de cara al mundo en vísperas de celebrar unos Juegos Olímpicos en Barcelona y una Exposición Universal en Sevilla. Su población ya era de 38.872.268 habitantes, un 26% más que en 1960. La provincia de Huesca vivía en la periferia de estos acontecimientos, y su población se había reducido hasta los 207.810 habitantes, un 11% menos que en 1960. El total de altoaragoneses  representaba el 17% de Aragón y el 0,53% de España.

Lo cierto es que desde 1960 casi todas las circunstancias empujaron a la despoblación de los pueblos altoaragoneses: un aislamiento estimulado por la ausencia de infraestructuras y de servicios básicos, la construcción de grandes embalses como Canelles (1960), Santa Ana (1961) o El Grado y Mediano (1969), el cierre de la estación internacional de Canfranc (1970). Pocos fueron los sitios que escaparon a esta tendencia: las pocas ciudades de la provincia que crecían con población llegada desde los pueblos más pequeños, los pueblos de colonización asentados en las nuevas zonas de regadío, y las nuevas estaciones de esquí de Formigal, Cerler, Panticosa y Astún, que se unían a la de Candanchú, que ya existía desde 1930.

MTN50 de la provincia de Huesca (1991). CNIG

En 1991 Huesca contaba con los mismos 202 municipios que tiene hoy en día. Los últimos municipios en unirse fueron Gistaín, segregado de Plan, y Vencillón, segregado de Esplús. Entre las 756 entidades de población que se detallaban en el Nomenclátor de 1991 se encontraban 480 lugares, 130 aldeas, 73 villas, 24 barrios, 22 caseríos, 6 ciudades (Huesca, Barbastro, Monzón, Fraga, Jaca y Sabiñánigo) y 21 entidades con otra categoría. Desde 1960 se habían incorporado pueblos como San Lorenzo del Flumen, San Juan del Flumen o la Cartuja de Monegros, pero habían desaparecido otros como Lanuza, Burgasé, Puy de Cinca o Bolturina.

Solamente 28 entidades superaban los 1.000 habitantes. Desde 1960 habían desaparecido de esta lista lugares como Alcubierre, Almunia de San Juan, Benabarre, Biescas, Bolea, Canfranc-Estación, Castejón de Monegros,  Estopiñán, Lalueza, Ontiñena, Puente de Sardas, Robres, San Esteban de Litera y Sena.  Los mayores crecimientos de este intervalo correspondían a las mayores ciudades: Sabiñánigo, Huesca, Monzón y Barbastro son las únicas que crecieron por encima del 50%. Las que más población perdieron fueron Ayerbe, Lanaja y Alcampell. Una lista de +1.000 en la que todavía no aparecían ni Benasque ni Aínsa...