La población de Huesca (1960)
En 1960 España era un país completamente distinto al de 1930. Desde entonces se habían sucedido una nueva experiencia republicana y una traumática guerra civil, y el país estaba sumergido en plena dictadura franquista. Su población era de 30.776.935 habitantes, un 28% más que en 1930, con una distribución cada vez más urbanizada. En Huesca la población se había reducido un 9% respecto a 1930, perdiendo más de 23.000 vecinos hasta situarse en 234.014 habitantes. Su peso demográfico se había visto reducido hasta el 21% del total de Aragón, y el 0,76% del total español.
La provincia también estaba en pleno proceso de transformación. Ya se había iniciado el proceso de despoblación que continuaría durante las décadas siguientes, y no eran pocos los pueblos que a estas alturas de siglo ya estaban deshabitados, algunos incluso desaparecidos: Barasona, Secorún, Berbusa, Planpalacios, Ainielle... Paralelamente se había iniciado un proceso de colonización agraria que llevó a la construcción de nuevos emplazamientos al sur de la provincia: El Temple, Frula, Montesusín, Valsalada o Vencillón ya constan en el Nomenclátor de 1960.
Durante estos años se construyen nuevos embalses en las cabeceras del Gállego y el Noguera Ribagorzana, y se trabaja en otras grandes obras hidráulicas como Mediano y la Sotonera. Es una época en la que el ferrocarril ha perdido el protagonismo que a cambio ha ganado la carretera. Durante estos años se construyen muchos de los principales ejes viarios provinciales, como el túnel de Cotefablo (1935), la carretera de Nueno a Arguis hacia Monrepós (1944) o las carreteras de Aínsa a Campo y de Castejón de Sos a Vilaller (años 40). Otros ejes en cambio se paralizan por motivo de la guerra, como es el caso del túnel de Benasque a Luchon. Durante estos años se desarrolla también el turismo: se inaugura el balneario de las Vilas del Turbón (1933), se moderniza el de Panticosa (1940), y comienza a urbanizarse la estación de esquí de Candanchú durante los años 50.
La provincia también estaba en pleno proceso de transformación. Ya se había iniciado el proceso de despoblación que continuaría durante las décadas siguientes, y no eran pocos los pueblos que a estas alturas de siglo ya estaban deshabitados, algunos incluso desaparecidos: Barasona, Secorún, Berbusa, Planpalacios, Ainielle... Paralelamente se había iniciado un proceso de colonización agraria que llevó a la construcción de nuevos emplazamientos al sur de la provincia: El Temple, Frula, Montesusín, Valsalada o Vencillón ya constan en el Nomenclátor de 1960.
Durante estos años se construyen nuevos embalses en las cabeceras del Gállego y el Noguera Ribagorzana, y se trabaja en otras grandes obras hidráulicas como Mediano y la Sotonera. Es una época en la que el ferrocarril ha perdido el protagonismo que a cambio ha ganado la carretera. Durante estos años se construyen muchos de los principales ejes viarios provinciales, como el túnel de Cotefablo (1935), la carretera de Nueno a Arguis hacia Monrepós (1944) o las carreteras de Aínsa a Campo y de Castejón de Sos a Vilaller (años 40). Otros ejes en cambio se paralizan por motivo de la guerra, como es el caso del túnel de Benasque a Luchon. Durante estos años se desarrolla también el turismo: se inaugura el balneario de las Vilas del Turbón (1933), se moderniza el de Panticosa (1940), y comienza a urbanizarse la estación de esquí de Candanchú durante los años 50.
Minuta del Mapa Topográfico Nacional 50-0286 de la ciudad de Huesca (1951). Centro de descargas del CNIG |
En 1960 la población provincial se distribuía en 8 partidos judiciales, 349 municipios y 712 entidades de población. Los mayores crecimientos desde 1930 están relacionados con la industria, y Monzón y Sabiñánigo crecen por encima del 100%. Es especialmente significativo el crecimiento de Sabiñánigo, ya que 2 de sus entidades disgregadas superan los 1.000 habitantes, La Estación (que en realidad se trata del Sabiñánigo que hoy conocemos) y Puente de Sardas.
Entidades del municipio de Sabiñánigo en 1960 |
También crecen con fuerza otros lugares vinculados al regadío: Binéfar, Grañén o Altorricón lo hacen por encima del 80%. Estopiñán conoce un inusual crecimiento derivado de la construcción de la presa de Canelles, que trae a pie de pantano un campamento para los trabajadores con todos los servicios posibles: colegio, tiendas, tabernas, iglesia y hasta pista de tenis o piscina, algo no muy común en la época. Huesca, Barbastro, Fraga y Jaca se consolidan como las cabeceras comarcales de sus zonas de influencia, creciendo todas ellas por encima del 30%. Las localidades que se incorporan a la lista respecto a 1930 son Altorricón, Canfranc-Estación (que en 1930 se denominaba los Arañones, y todavía no alcanzaba dicha cifra), Estopiñán, Grañén, Lalueza y Puente de Sardas y las que desaparecen de la lista son Agüero, Ansó, Berbegal, Peñalba, Peralta de la Sal y Peralta de Alcofea.
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